by Admin User - Posted 1 day ago
En el mundo automotriz todo se deprecia, pero no al mismo ritmo. Firmas de análisis como ALG y iSeeCars muestran cada año que no es el odómetro sino la percepción de durabilidad lo que decide cuánto vale un vehículo tras cinco años.
Toyota Tacoma, 4Runner y Jeep Wrangler lideran las listas de retención: su chasis sobre largueros, motores atmosféricos de larga carrera y sencillez mecánica facilitan reparaciones y mantienen la demanda alta entre entusiastas de la aventura y del “overlanding”.
En el rango familiar, Honda CR‑V y Toyota Corolla resisten la caída de valor gracias a bajo costo de mantenimiento preventivo (intervalos largos de cadena de distribución y piezas comunes) y reputación de confiabilidad que eleva la reventa incluso con más de 100 000 mi.
También influye la elasticidad de la demanda: pick‑ups y SUV medianos siguen escasos por la crisis de semiconductores, mientras versiones híbridas certificadas conservan hasta 15 % más porque el mercado teme al precio de la gasolina. Detalle poco conocido: los colores neutros (blanco, gris, negro) pierden hasta 6 % menos que tonos vibrantes.
Conocer estos datos convierte la compra de un usado en decisión estratégica: eliges un modelo con alto valor residual, amortizas menos y, cuando lo cambies, recuperas más capital para tu siguiente vehículo. La inversión inteligente sobre ruedas empieza por informarse… y termina al volante del auto que mejor protege tu dinero.